I.R.P.F.

Algunas veces me preguntan: "che, ¿y qué diferencia hay entre acá y allá?". Diferencias entre España y Argentina hay cientos. Cada país tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Pero hay algo de España que todavía me sorprende, aún después de más de 4 años viviendo en Madrid: el Ministerio de Hacienda.

Hace unos días presenté mi declaración de hacienda correspondiente al ejercicio 2005. Es un proceso sumamente sencillo, aunque aquí se empeñan en describirlo como uno de los martirios más grandes del universo. Mediante un programita que todos los años actualizan en la página de la tesorería nacional, en el que se introducen los datos que figuran en un papel que te da tu empleador o empleadores (son 3 datos principalmente y alguno más si te pagan "cosas raras"), se puede imprimir la famosa declaración. Luego se lleva a cualquier banco, oficina de Hacienda o algunas otras instituciones habilitadas para recibir el tema y punto. Te lo sellan y a esperar.

Lo que me deja de piedra es lo que viene después. La declaración puede dar negativa o positiva. Es decir, puede que tengas que pagar a Hacienda una cantidad para compensar aquello que no pagaste a lo largo del año por lo que sea. Por ejemplo, si tu empresa te contrató en Marzo, las retenciones que te practica son inferiores a lo que correspondería si te hubiese contratado en Enero. Pero si estuviste trabajando desde Enero en otra empresa, la suma total anual será inferior a lo que corresponde. Por eso, te tocará pagar. Ahora bien, en muchas ocasiones, es el estado quien tiene que devolverte dinero. En mi caso, por ejemplo, como estamos ahorrando para comprar una casa, tenemos una ayuda durante 4 años: el estado nos desgrava el 15% de lo que ahorremos, con un tope claro. Esto quiere decir que si ahorramos 1000 euros nos dan 150 euros adicionales... ¡¡¡y te los pagan!!! No me acostumbro a la idea de que el gobierno, Hacienda, la DGI en Argentina, me pague.

Claro que esto es completamente normal en toda Europa, pero para mí, que vengo de un entorno político y económico completamente diferente, me sorprende mucho. A veces pienso lo mal que están organizadas las cosas en este mundo, lo injusto del sistema que tenemos establecido y lo poco que hacemos por cambiarlo.

Saludos,
Fede